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LA AGRICULTURA QUE NOS ALIMENTA

La agricultura es una actividad milenaria que ha permitido el desarrollo de la vida humana en el planeta tierra. Somos descendientes de los primeros cultivadores, que hoy, se levantan con el sol y la niebla para sostener nuestra alimentación.
La mayoría de los alimentos que consumimos son producidos por la agricultura familiar y campesina. -Hoy y siempre, comer más de la tierra y menos del paquete-

Este panorama depende necesariamente de la biodiversidad, así como del estado de los ecosistemas y elementos de los cuales necesitamos para la producción agrícola (suelos, aire, agua). La agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra es el sector que más gases de efecto invernadero aporta a la emisión total de Colombia. Así mismo usamos el 70% del agua para la producción de alimentos agregando que no contamos con sistemas de tratamiento de aguas adecuados y suficientes.

Nos enfrentamos a una extinción de especies, y esto, aunque se crea lejano, puede poner en riesgo la alimentación de la humanidad. Hoy ya vemos la reducción de poblaciones de polinizadores por diferentes circunstancias, algunas relacionadas con el uso de agroquímicos y el cambio climático.

La sostenibilidad comienza por tener lo suficiente para nutrirse, lo suficiente para ser felices. Hoy la sostenibilidad se reúne en cumbres y discute a gritos cifras y estrategias, allí a millones de kilómetros de los pueblos y territorios. Se hacen revisiones negativas del pasado y se trazan unos pasos a seguir, a través de dirigentes y representantes.

La mayor esperanza es un cambio individual de pensamiento y ser. Una conexión altísima con el espíritu y la tierra, que nos permita expresarnos en armonía con las dinámicas planetarias. Como jóvenes somos la semilla solidaria y colectiva que quiere una agricultura diferente, fundamentada en el aprovechamiento de residuos, la conservación de especies, el cuidado del agua y los suelos. 

Nutrirnos de la tierra y agradecer por esto-

Tatiana López

Ruido, pulso y ritmo comprenden este amplio mundo en la música: la percusión, es la base de toda la música, la percusión ya sea producida a través de instrumentos musicales, vocal y corporal, son formas iniciales de expresión en todas las culturas.

Los cueros, las semillas, la madera entre otros, son elementos para la elaboración de instrumentos de percusión, la maraca, el tambor, el bongo, las congas, madera como guacharacas y claves, nos muestran esa conexión con la madre naturaleza  quien nos brinda todos estos recursos, cuya  principal  función es RESONAR, y acompañar géneros musicales como la cumbia , la salsa, el son cubano, el bolero, baladas, ranchera, reggae, ska, rock, salsa son, merengue, porro, merecumbé, salsa romántica entre miles de géneros más. Algunos instrumentos de percusión se golpean o se hacen sonar con las manos o con baquetas, golpeadores, mazos o sencillos palos con el fin de producir sonido en cada uno de ellos.

Para remontarnos en la clasificación de los instrumentos de percusión hablamos de instrumentos de afinación indeterminada (como el tambor y el triángulo) y los de afinación determinada (como el xilófono o los timbales).

La mayoría de los tambores son afinados en sol, que es la nota central para su afinación en géneros como la cumbia, porro, currulao etc.  Muchos de ellos son afinados apretando las llaves que acompañan los instrumentos con un afinador, igualmente sucede con las maracas al agregarle más semillas en su interior para su sonido, afinándolas también en la nota base sol.

Sin percusión no existe el ritmo, la percusión es la encargada de acompañar efectos y largas melodías, armonías y contra melodías en una composición, ejemplos claros: las percusiones de las grandes composiciones de los gaiteros de san jacinto, quienes al son de los tambores y toda su amplia percusión pueden entonar, bellos cantos a la tierra, al sol, al agua, a la siembra, al viento, a la mujer a la madre y a la luna, conformando así bellas y maravillosas piezas de composición.

También otros datos importantes es que la música nace con la percusión, ya que, es una de las formas mas antiguas de hacer música instrumental, ahora vamos a conocer algunos instrumentos musicales de percusión:

–  TAMBOR compuesto de una caja de resonancia cilíndrica, cubierta por una membrana de distintos materiales que cubre la abertura, emite los sonidos al ser golpeado con la mano o con dos cilindros de madera llamados baquetas. 

– TIMBAL semejante al tambor, pero especial para emitir sonidos graves, el timbal se compone usualmente de un caldero de cobre cubierto por una membrana, la cual exige sus propias baquetas para ser golpeada.

– XILOFONO percutido con dos o cuatro manecillas y usualmente de tamaño pequeño, el xilófono esta construido por una serie de laminas de madera que al ser golpeadas reproducen distintas notas musicales de la escala.

– CAMPANA este instrumento musical, semejante a los platillos, se compone de dos piezas metálicas pequeñas que se adhieren con una correa a los dedos índice y pulgar, a modo de castañuelas.

– CAJA PERUANA de origen andino y muy popular hoy en dia es uno de los pocos instrumentos de percusión en que el musico se ubica sobre ella.

-MARACAS parte esférica rellana con partículas como semillas.

– BOMBO de timbre grave e indeterminado.

– BATERIA conjunto de instrumentos, agrupa bombos, redoblantes, platillos y tom toms en una sola instalación.

– PANDERETA acompaña al rock y a la ranchera generalmente es un accesorio en la batería.

– BONGOES principalmente boleros, son cubano, salsa, reggae entre otros

– CONGA su ritmo acompaña a la salsa, merengue, cumbia, currulao, y demás géneros papayeros.

– TAMBORA DOMINICANA es utilizado para el merengue.

– TIMBAL SINFONICO es primordial en conciertos con orquestas filarmónicas y sinfónicas.

– BOMBO ANDINO acompaña el género musical andino, sikuris.

– TAMBOR LLAMADOR su función es darle el fuego en la chirimía.

– DJMBE parecido al bongo, emite un sonido llamador agudo.

– GUIRA Y GUACHARACA: acompañan al merengue cumbia salsa bolero etc.

A poco tiempo de perder un eslabón de nuestra historia.

Quisiera haber escrito más palabras, me pesa no ser tan atento, olvidar los detalles y sobre todo no volver; pero inevitablemente tendré que satisfacer antes de que el tiempo se reinicie, el deseo de verbalizar la nostalgia, sin promesas, sin mayor pretensión que superar la idea para volverla realidad, narración y ver qué pasa después. Así cómo debería conducirse la vida. 

Hace un tiempo se me volvió costumbre nombrar a los abuelos del mundo de lo invisible, como dijera Alejandro, Taita Nasa, moderno y sabio cuya metáfora aliviaba el espíritu. Empecé a andar los senderos recordando viejos dioses que ahora en el ocaso de los colonizadores vuelven al alba, como símbolos, como intención y necesidad, estos son la tierra, las montañas, el agua, el sol, la luna, esa materia de la que depende nuestra existencia y que al concebirse como un todo armónico con el ser brinda paz y alegría, dentro de todas las absurdas paradojas del mundo moderno. 

Entonces me encontré con Ismael y Barbará, mis amigos octogenarios, dos habitantes de lo imposible, que en una terquedad casi suicida recorren el pequeño terruño pastoreando sus animales, sin la fuerza de la juventud, con una vasta descendencia y una irónica soledad, pues son los últimos vecinos de una generación que se ha ido anticipadamente legándoles, sus mascotas, tiestos y recuerdos, que cada vez son mas vagos.  

A Ismael solo lo sacan de su tierra sin sombrero, con los pies por delante; ¿es la simple terquedad de un viejo? o la culminación de su proyecto de vida, revisándolo la luz de la “Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores”, adoptada en Washington, el 15 de junio de 2015, ratificada por la ley 2055 de 2020, el adulto mayor puede tomar decisiones, definir su plan de vida, desarrollar una vida autónoma e independiente, conforme a sus tradiciones y creencias, el esfuerzo del Estado y las familias deben propender por la garantía del derecho a la autonomía. En la misma línea el Estado debe asegurar que la persona mayor tenga la oportunidad de elegir su lugar de residencia, garantizando que no se vea obligada a vivir con arreglo a un sistema de vida específico.

La garantía de sus derechos es la garantía de los nuestros, aunque no parezca estas voluntades esconden una firme convicción de proteger el arraigo de varias generaciones y su conexión con el territorio. Los derechos culturales de la persona mayor son de identidad, participación, disfrute de beneficios del progreso científico y tecnológico y de otros producto de la diversidad cultural. También lo es compartir sus conocimientos y experiencias con otras generaciones, en este último punto la convención referenciada establece la obligación de proteger su propiedad intelectual. 

La sociedad debe garantizar también estos derechos en cada proyecto o actividad que se desarrolle. El Estado tiene la obligación de fomentar y promover, pero en nosotros como organizaciones de la sociedad civil esta llevar a la realidad estas disposiciones, incorporándolas en el hacer diario, asegurando el acceso preferencial a los bienes y servicios culturales, creando ofertas en las que el adulto mayor pueda, en los términos de la convención “desarrollar y utilizar su potencial creativo, artístico e intelectual, para su beneficio y para el enriquecimiento de la sociedad como agente transmisor de valores, conocimientos y cultura.

Aun así las palabras en el papel están, y tal vez solo servirán para delatar la ignominia de nuestro actuar como sociedad, la profunda ignorancia y descuido que nos hace vivir un eterno presente irreflexivo, quizás la memoria humana como dios del alba pueda redimirnos como cultura para entender nuestra realidad y transformarla.

Por Fabio Pineda Mendieta.

ACERCAMIENTOS AL MUNDO ANTIGUO EN BOYACÁ
RECORRIDOS DESDE LA PALABRA Y LOS TERRITORIOS

Voces para aportar en una  construcción de memoria personal y colectiva. Un territorio con formaciones geológicas y biológicas milenarias; construcciones políticas con caseríos y cercados muiscas.  Recorrido por las diferentes expresiones, el arte como el espacio y facultad de la humanidad. La biblioteca como un universo para el hombre. Una travesía por la memoria, la imaginación y el pensamiento.

Caminantes del Valle del suamox y el altiplano cundiboyacense. Historia de cotidianidades, imaginación, juego y memoria. La danza del convite y la tertulia, de atardeceres y amplios valles, la llegada de la noche en los silencios de la montaña y el bosque.

Érase una vez en el Altiplano, erase una vez travesías por el mundo antiguo y el pueblo muisca; Historias de aficionados a la arqueología y de caminantes de la cordillera de los Andes. Historias reales, imaginarios colectivos, grandes hazañas y caminos, la defensa del cacique Tundama frente al dominio español, las rutas desde Sogamoso a los Llanos Orientales y de estos a Venezuela. La larga noche de la conquista, el alegre convite en las montañas y cosechas.

El tiempo y el espacio con los orígenes del universo, la formación de montañas, continentes, y de vida, en un amplio ecosistema; En Villa de Leyva encontramos en el museo paleontológico, fósiles de 500 millones de años, cuando aún, se formaban moluscos y caracoles, y poco a poco reptiles y peces. Evidencias de restos humanos de hace 8.000 años a.c aprox. en Floresta (Boyacá). Abrigos rocosos en Tequendama y El Abra en Zipaquirá. 

Poco a poco y a causa de enfermedades, trabajos forzosos, la expulsión de sus tierras, y otras más. ….la población indígena fue desapareciendo, pero dejando huellas en lo que hoy se conoce como el campesino, el agricultor, y algunos resguardos como en la Sierra Nevada de Santa Marta y los indios en Cubará, ellos refugiados en los laberintos y planicies de su gran universo escondido. En Boyacá, las huellas de los indígenas quedan en nuestra alimentación, la solidaridad, el agradecimiento al sol y el agua, algunas palabras y nombres de municipios…etc. 

Los registros de la cultura muiscas son amplios y diversos, nosotros como caminantes actuales asumimos esta herencia con aprendizajes y puntos de convivencia. Nos pensamos los muiscas como una búsqueda de igualdad y repartición justa, como el respeto y adoración a la Naturaleza, el agua como principio, la semilla y el alimento como estabilidad política.

Herencia lingüística, herencia para comprender al prójimo, la solidaridad en el convite y la construcción de obras comunales como puentes y acueductos. Los comensales alrededor del fogón, totumas y tiestos. La vejez como símbolo de sabiduría y experiencia. La soberanía alimentaria, El oro como símbolo religioso y estético, Los mercados cada 4 días y los trueques en diferentes partes del país.

Un recorrido de memoria y cuerpo por nuestro territorio que nos moldea, Un espacio de imaginario colectivo donde está el panteón de héroes y leyendas. Un siglo XXI con velocidad y relatos que a veces nos desubican o nos alejan de lo comunitario y humano. Establecer una línea cronológica para entender procesos lentos de evolución, las continuas migraciones, los conflictos y rivalidades entre soberanos, el resplandor de la confederación muisca, la conquista cruel y larga del imperio español. Se encubre América e inician nuevos relatos e instituciones políticas.

Érase una vez en el Altiplano y el indio danzaba junto a la laguna.

Por Oscar Pérez